El consejero de Economía, Tomás Villanueva, se ha mostrado hoy convencido de que el sector de automoción se está salvando en Castilla y León por las políticas implementadas por el Gobierno regional y el esfuerzo de los ejecutivos de las plantas de fabricación.
En declaraciones a los periodistas antes de mantener una reunión con responsables de la planta de fabricación de neumáticos Bridgestone en la capital burgalesa, Villanueva ha señalado esta factoría como un ejemplo de como se puede competir con un esfuerzo en inversión y en I+D+i.
En este sentido, ha recordado que los responsables de la planta han planteado una inversión de 40 millones de euros que ya está muy avanzada y que ha elogiado, porque "o somos competitivos o nos acabarán expulsando del mercado", y para Castilla y León se trata de un sector estratégico.
De hecho, la reunión servirá para que el Gobierno regional conozca más a fondo los planes de la empresa y sus necesidades, "por si fuera necesario algún apoyo específico" para su mantenimiento.
El consejero ha señalado que para las empresas del sector de automoción en Castilla y León es "necesario" ocupar un buen lugar en el contexto de la Unión Europea, dado que España es un país "periférico".
Para Villanueva, además de las políticas del Gobierno regional para apoyar a estas empresas, sus ejecutivos son la "conexión" con los centros de decisión, que como ocurre en este caso, en el que la sede central está en Tokio, muchas veces están alejados, y es donde se deben defender los proyectos.
La compañía Bridgestone tiene en estos momentos plantas de fabricación en Cantabria, Vizcaya y Burgos, donde cuenta con una plantilla de unos 1.400 trabajadores, además de generar empleo indirecto para otros 210 profesionales.
La planta de Burgos, fundada en 1967, es una de las más importantes del grupo en Europa, con una producción diaria de 27.000 neumáticos, lo que supone 9,3 millones de cubiertas al año, de las que el 80 por ciento se destinan a la exportación.
Según la información facilitada por la empresa, en los tres últimos años ha invertido 70 millones de euros en su planta de Burgos, donde se fabrican todo tipo de neumáticos para turismo, furgoneta y todoterreno, para mejorar la competitividad mediante el aprovechamiento de las nuevas tecnologías.
Bridgestone afianzó su posición en el mercado mundial en 1988 tras adquirir el grupo Firestone, que en aquel momento era el segundo fabricante americano de neumáticos, con lo que la multinacional resultante se convirtió en el líder mundial del sector, que aún ocupa actualmente.
Fuente: ABC.es
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